Ocho

Rebeca Stones /  240 páginas / Montena / 14'96€

Mía tiene un trabajo inisual: se dedica a hacer felices a las personas sin que ellas sepan que lo hace por trabajo. Precisamente por eso la contratan los padres de Max, un chico que ha intentado suicidarse. Cuando los caminos de ambos se crucen, saltarán chispas: él no quiere verla ni en pintura, ella tiene que hacer todo lo posible por devolverle la felicidad.

Mía intenta hacer feliz a la gente con su trabajo tan peculiar. Al principio Max se le hace un poco difícil de llevarlo pero al final se acaban entendiendo tan bien que como bien dice la autora, saltan chispas. Surgen algunos problemas que los llevan a tener más problemas pero...¿Cómo acabara la historia?

¿Que decir de este libro? Simplemente me ha encantado en todos los términos de las palabras.

La autora escribe increíble y el libro se lee muy rápido. 

La trama es muy original y súper adictiva.

En cuanto a los personajes les coges cariño enseguida, te encariñas con sus historias, sentimientos y su manera de ser y pensar.

La personalidad alegre y positiva de Mía consigue llegar hasta la personalidad solitaria y apartada de Max haciendo que con el paso de las semanas vuelva a ser el mismo chico alegre y feliz que fue y que él creía ya muerto.

Nunca había escuchado hablar de un trabajo como el de Mía, que intenta hacer feliz a la gente para que puedan valorarse más a si mismos y disfrutar de la vida. Pienso que harían falta más personas así en este vida, que utilicen su valioso tiempo en hacer feliz a otras personas.

Rebeca consigue con la descripción de los lugares hacerte sentir que tu también estás allí y no solo leyendo las descripciones en el libro.

La lección que nos da el libro es la misma que se intenta inculcar a todo el mundo en la vida: "No es más feliz quien más tiene, sino quien menos necesita".